BUÑUELOS DE VIENTO

Aunque en los últimos años estemos invadidos por fiestas y costumbres que no son nuestras, como la tan demandada americana, a la que podemos decir, que hoy por hoy, está instaurada como una más de nuestras costumbres.

Recuerdo veinte años atrás, de vivir el montaje tan enorme alrededor de esta fiesta en los parques de Orlando (Miami) y aquí en España en esos años, nada de nada.

Solo hay que ojear la prensa de hoy y ver las imágenes que recogen calles, plazas y bares…etc, de cualquier ciudad.

Que nos gusta una fiesta!!.

Tengo que confesar, que cuando tienes hijos pequeños son otra cosa, disfrutan de lo lindo con tal terror. Personalmente me quedo con las tradiciones y recuerdos de los que se han ido.

Tenemos muchas recetas de repostería típica para esta festividad, como los huesos de santo, buñuelos, gachas,  castañada…, etc.,  son para mí los buñuelos, los que marcan estas fechas. 

 

Así que os dejo la receta que resulta, un tanto fácil.

BUÑUELOS DE VIENTO

Ingredientes:

Salen unos 40 pequeñitos, de un solo bocado.

150 gr. de harina de trigo

5 gr. de levadura royal

150 ml. de agua natural

75 ml. de leche

2 cucharadas de azúcar

½ cucharadita de sal

75 gr. de mantequilla

3 huevos

Aceite para freír (mitad oliva/mitad girasol)

Para el relleno

200 ml. nata montada*

 Para cubrirlos

Azúcar glas

Azúcar blanca y una pizca de canela

Elaboración:

Montamos la nata con dos cucharadas de azúcar, la depositamos dentro de una manga pastelera y reservamos en el frigorífico.

1.-En un cazo pondremos a calentar, el agua, la leche, el azúcar, la sal y  mantequilla. Dejamos que hierva.

Mientras tanto, tamizamos la harina junto a la levadura.

2.-Una vez empieza a hervir, apartamos del fuego y echamos de un golpe la harina junto a la levadura tamizada.

Con ayuda de una cuchara de madera trabajaremos la masa hasta obtener toda la harina incorporada, que desaparezcan los grumos y tengamos como resultado una masa lisa, que se despegará por completo de las paredes del cazo. (Este proceso costará un poco, pero al final se verá el resultado, solo con un poco de brazo, será suficiente).

3.- Una vez tengamos la masa lisa, iremos añadiendo los huevos uno a uno, sin añadir el siguiente hasta que la masa haya absorbido totalmente el anterior. Esto, solo vueltas y vueltas con ayuda de una cuchara de madera, es suficiente.

Al final de todo el proceso, la masa, será de aspecto cremoso y brillante. Preparada y lista para freír.

4.-En una sartén pequeña, pondremos bastante aceite (oliva-girasol), a  calentar. El aceite no deberá estar ni muy caliente ni templado, sino a una temperatura constante de 165-170ºC. Esto que marco es muy importante, porque de ello dependerá que el buñuelo se haga bien por dentro, crezca y se ahueque en su interior o quede crudo y solo sea masa en su interior.

Con el aceite a punto, cogemos dos cucharas de postre y nos ayudaremos una con otra, formando unas bolitas del tamaño de la cucharita. Las depositamos dentro de la sartén y dejamos que se hagan solas, una vez crezcan ellas solas dan la vuelta. Las dejamos freír por todos lados, hasta verlas doradas. Sacamos y dejamos sobre un papel que absorba el aceite sobrante.

5.-Una vez fritos y escurridos, dejamos que enfríen, ya solo queda rellenarlos. 

6.-Cogemos el buñuelo, le hacemos un corte con la tijera o bien le empujamos con la boquilla de la manga. Rellenamos y cubrimos de azúcar.

* Para montar la nata:
En un bol ponemos la nata para montar- debe estar fría-, y empezamos a batir con la batidora de varillas. Cuando empiece a tener consistencia, añadir dos cucharadas soperas de azúcar y seguir montando.

Si queremos de trufa, solo hará falta añadir antes de terminar de montar la nata dos cucharadas de cacao en polvo y terminar de remover, lo justo para integrarlo.

Observación:

Como veis en las fotos, hay dos variantes.  Unos están cubiertos de azúcar y una pizca de canela molida. Y otros que son los que me gustan a mí, de azúcar glas solamente.