Como bien dice Wikipedia, el ajoblanco es una sopa fría muy popular de la cocina andaluza. Se compone principalmente de almendras, miga de pan, ajos, agua, aceite, vinagre y sal. Se suele tomar acompañada de uvas o trocitos de melón (en mi caso siempre uvas moscateles y queso).
La receta del ajoblanco es muy sencilla y fácil de elaborar. No tiene ningún secreto y los malagueños lo sabemos hacer muy bien, aunque no encontremos dos ajoblanco iguales. En cada casa lo hacen a su manera como casi todas las recetas clásicas que provienen del recetario popular.
No obstante con más o menos cantidad de los ingredientes que le pongamos, obtendremos una sopa más espesa o más clara, con más sabor a ajo o menos.
Pero eso es toda la diferencia.
El resultado es un plato refrescante ideal para los días calurosos del verano.
AJOBLANCO MALAGUEÑO
Ingredientes para un litro:
100 gr. de almendras crudas con piel
70ml. de aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo- pequeño-
1 miga de pan asentado
Sal
Vinagre de vino
750 ml. de agua mineral bien fría
Acompañamiento clásico:
Uva moscatel y queso
Otros acompañamientos alternativos:
Dados de melón y unas virutas de jamón
Dados de mango
Dados de manzana
Preparación:
Pondremos un cazo con agua a calentar, una vez empiece a hervir, apagamos y retiramos del fuego. Vertemos las almendras crudas con piel en el agua y escaldamos -con un par minuto será suficiente para que la piel se desprenda.
Escurrimos el agua y retiramos todas las pieles de las almendras que iremos reservando.
En el vaso de la batidora pondremos a remojar la miga de pan con un chorro de vinagre y un poco de agua. Añadimos una cucharadita de sal, el diente de ajo pelado y sin germen y las almendras peladas.
Con ayuda de una buena batidora, trituramos bastante hasta conseguir una pasta densa y homogénea. Una vez la tengamos y sin parar de batir, añadimos el aceite en hilo para que emulsione.
Por último añadimos el agua fría y removemos con una varilla manual hasta disolver la pasta por completo. Rectificamos de sal y vinagre.
De nuevo lo llevamos al frigorífico para que enfríe de nuevo hasta la hora de servir.
Servimos en cuencos acompañados de uva moscatel y queso, que el clásico de la zona.
O bien lo acompañamos de lo que prefiramos o más nos guste.
Si lo tomamos solo, es una autentica delicia.
Tagged: aceite, ajos, almendras, pan, queso, sal, uvas, vinagre
Hoy lo he hecho yo. Sólo para mi marido, a mi me suegra mal.
El vinagre lo sustitiyo por limmmmón
jijij, es poco el que hay que añadir, el sabor de la almendra no se puede perder. Gracias