Hoy os traigo otra receta de cocina popular, es una receta que recuerdo de pequeña, cuando se hacía la matanza del cerdo en los pueblos, costumbre que se ha ido perdido, al menos en el mío.
Junto al despiece del animal, la elaboración de los chorizos y morcillas, eran momentos claves.
El menú que se tomaban los días que duraba la matanza que solía ser en fin de semana, vísperas de fiestas y sobre todo una fecha que no fallaba en el calendario, el puente de diciembre, con vistas a las navidades.
Si no recuerdo mal junto al caldo de puchero, no faltaban el hígado del cerdo frito adobado, el magro frito con tomate, las «tajas en manteca colora o blanca» y estas costillas en salsa que os presento.
He rescatado esta receta, en recuerdo a esos días, con un toque diferente pero igual de rica. Una receta con mucho
Ingredientes:
600 gr.de costillas de cerdo
1 cabeza de ajos
1 pimiento choricero mediano
1 rebana de pan pequeña
1 hoja de laurel
1 vaso de agua
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
½ guindilla picante
½ cucharadita de pimentón dulce
1 cucharada de vinagre de jerez
Sal
Preparación de la receta:
Cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva, la llevamos al fuego. Una vez caliente pondremos 2 dientes de ajos pelados y la rebanada de pan a freír. Una vez doradas, apartamos y reservamos.
En la misma sartén echamos las costillas cortadas a tiras, añadimos la hoja de laurel, sal, la guindilla y el resto de los dientes de ajos enteros y con piel. Sofreímos las costillas hasta estar doradas.
Una vez doradas, las pasamos a una caracola o bien en la misma sartén si es honda y de hierro, se harán de maravilla. Añadimos el pimiento choricero entero, la medida de agua y vino. Tapamos y bajamos el fuego a medio-bajo, dejándolas hacer poco a poco hasta que estén blandas y el caldo reduzca a la mitad, aproximadamente 35-40 minutos.
Una vez hechas, retiramos el pimiento, le hacemos un corte transversal y con la punta del cuchillo, con mucho mimo, raspamos para obtener la carne desechando la piel.
Trituramos en la batidora o bien en un mortero, los ajos fritos reservados, la rebanada de pan, la carne del pimiento, el vinagre y el pimentón molido.
Añadimos el majado a las costillas, removemos y cocinamos unos minutos más. Rectificamos de sal y listo para servir.
Una delicia.
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Tagged: ajos, costillas, pimiento chorizero, vino blanco
Pues riquísimas, estoy completamente segura! Ingredientes humildes y que siempre triunfan. Me ha gustado muchísimo la receta 🙂
Yo no he vivido las matanzas, pero las recetas tradicionales que se hacen de ellas me suelen gustar mucho.
Un beso!
los ingredientes humilde debemos tenerlos presente y aunque estemos perdiendo tradiciones, al menos, con esta recetas conseguimos que algo quede de ella. Besos.
¡Que ricas estas recetas de toda la vida!
Yo recuerdo cuando mi tía mataba y eran días de mucho trabajo pero también días de fiesta por reunirse toda la familia a echar una mano. Y es cierto que tenían las comidas adjudicadas para esos días, la asadura frita no podía faltar ni las patatas en gloria (como un emblanco pero sin pescado).
Besitos