Hace unos días os presentaba la mermelada de cereza negra, para esta tarta le viene…. Umm!!!!.
Es una tarta fácil, suave y esponjosa al paladar. El aporte final de la mermelada de cerezas es un buen complemento.
Perfecta para un fin de comida. La podemos hacer y presentarla en porciones acompañada de fruta roja.
A tener en cuenta mejor, de un día para otro.
TARTA DE QUESO QUARK
Ingredientes:
500 Gr. de queso Quark
4 huevos
150 gr. de azúcar
100 gr. de harina
1 cucharadita de levadura tipo Royal
Una pizca de sal
Mermelada de cereza negra (opcional)
Fruta roja (opcional)
Preparación de la tarta:
Pondremos el horno a precalentar hasta 180º.
En un bol separamos las claras de las yemas.
Montamos las claras a punto nieve, añadiéndole la pizca de sal y el azúcar poco a poco.
Dejamos montar hasta que hagan picos. Reservamos.
En otro bol, pondremos las yemas junto al queso, batimos con las varillas de pastelería hasta integrarlos. Una vez mezclados, añadimos la harina y la levadura. Batimos hasta conseguir una mezcla homogénea.
Por último iremos añadiendo las claras reservadas poco a poco e integraremos bien con movimientos envolventes y ayudados por una lengua de cocina.
Vertemos la masa en el molde que hayamos elegido (molde de cake).
Introducimos el molde encima de la bandeja del horno al que añadimos agua hasta cubrir el molde un par de dedos. Lo dejamos cocer al baño maría, a una temperatura de 180 º aproximadamente 45 minutos.
Este pastel sube un montón. Cuando lo saquemos bajará notablemente, pero no os preocupéis porque no perderá su esponjosidad.
Comprobamos con una brocheta en medio de la tarta, saliendo esta limpia.
Una vez fuera del horno, esperamos que enfríe y la llevamos al frigorífico hasta el momento de consumirla. Mejor de un día para otro.
Cortamos en porciones y acompañamos de mermelada o bien como más nos guste.
Tagged: azúcar, Harina, Huevos, mermelada, queso quark
No hay más que ver la foto para imaginar lo buena que estará.
Y si encima lleva mermelada de cereza, ya estoy completamente segura.
Y si además le pones las fresas, ¡vamos! es que me cabreo porque no me hayas guardado un trocito.
Pero no, no me cabrearé, esperaré a la próxima temporada de fresas y cerezas y me animaré a hacerla siguiendo tus pasos.
No te cabrees, te prometo que la próxima no me olvido de tí.
Besos.
Vale, no me cabreo, jejeje